🍓 Cheesecake de Fresa Sin Horno: El Postre Perfecto para Sorprender
- Maria Isabel Franco
- 9 jun
- 3 Min. de lectura
Este cheesecake de fresa sin horno combina la suavidad del queso crema con el dulzor de las fresas frescas sobre una base crujiente de galletas. ¡Una delicia fácil, elegante y sin complicaciones!
¿Buscas un postre delicioso, sin complicaciones y con un toque elegante? Este cheesecake de fresa sin horno es la solución perfecta para endulzar cualquier ocasión. Con una textura cremosa, una base crujiente y una cobertura frutal irresistible, esta receta se convertirá en una de tus favoritas. Además, no necesitas encender el horno, lo que lo hace ideal para los días cálidos o cuando simplemente quieres algo práctico pero espectacular. ¡Prepárate para descubrir paso a paso cómo hacerlo en casa y sorprender a todos!

Rinde para: 8 porciones
Tiempo total de preparación: 25 minutos + 4 horas de refrigeración
📝 Ingredientes
Para la base:
200 g de galletas tipo María o Digestive (rondas o Tosh)
100 g de mantequilla derretida
Para el relleno:
400 g de queso crema (tipo Philadelphia)
200 ml de nata para montar (crema para batir)
100 g de azúcar glass
1 cucharadita de esencia de vainilla
10 g de gelatina sin sabor (en polvo)
2 cucharadas de agua (para hidratar la gelatina)
Para la cobertura de fresas:
250 g de fresas frescas
2 cucharadas de azúcar
1 cucharada de zumo de limón
1 hoja de gelatina (opcional, para dar más firmeza)
Comencemos
🥄 Paso 1: Crea la base crujiente perfecta
Tritura las galletas con un procesador de alimentos o metiéndolas en una bolsa y aplastándolas con un rodillo hasta obtener un polvo fino. Luego, mézclalas con la mantequilla derretida hasta que se integren bien.
Vierte esta mezcla en un molde desmontable (de unos 20 cm de diámetro) y presiona con el dorso de una cuchara para formar una base compacta. Refrigera mientras preparas el relleno.
🍰 Paso 2: Prepara el relleno cremoso sin horno
Hidrata las hojas de gelatina en agua fría durante 5 minutos. Luego, escúrrelas y disuélvelas en las 2 cucharadas de agua caliente (sin hervir). Si usas gelatina en polvo, hidrátala según las instrucciones del paquete.
En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar glass y la esencia de vainilla hasta obtener una mezcla suave. Aparte, monta la nata hasta que forme picos suaves.
Agrega la gelatina disuelta a la mezcla de queso crema y remueve bien. Luego, incorpora suavemente la nata montada con movimientos envolventes.
Vierte esta mezcla sobre la base de galletas y alisa la superficie. Refrigera al menos 4 horas, o hasta que esté completamente firme.
🍓 Paso 3: Haz una cobertura de fresa irresistible
Lava y corta las fresas en trozos pequeños. Llévalas a una sartén con el azúcar y el zumo de limón. Cocina a fuego medio hasta que se ablanden y suelten su jugo (unos 8 minutos).
Opcionalmente, puedes añadir una hoja de gelatina previamente hidratada para dar más firmeza a la cobertura. Deja enfriar antes de verterla sobre el cheesecake ya cuajado.
🎂 Paso 4: Monta y decora como un profesional
Una vez que el cheesecake esté firme, desmóldalo con cuidado. Cubre la superficie con la compota de fresa, extendiéndola suavemente con una espátula. Decora con fresas frescas enteras o laminadas para un efecto más visual.
Refrigera hasta el momento de servir. ¡Y prepárate para recibir halagos!
✅ Resumen de lo que aprendiste
Hoy aprendiste a preparar un cheesecake de fresa sin horno, un postre elegante, fácil y fresco, ideal para cualquier ocasión. Con una base crujiente, un relleno suave y una cobertura frutal, esta receta es un éxito asegurado.
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¡Gracias por estar aquí y hasta la próxima receta! 🧁✨

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